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El arrebatamiento de la Iglesia

de Michael Cordner



Introducción

Al interpretar las enseñanzas proféticas de las Escrituras, es casi universalmente reconocido por las Iglesias Evangélicas que al cierre de esta era, habrá un periodo de gran tribulación, en el que la Iglesia en la tierra será arrebatada (o tomada al cielo sin padecer muerte física) para estar por siempre con el Señor, uniéndose todos los santos que han muerto en tiempos previos. Por casi 150 años ahora, la Iglesia ha debatido cuándo el rapto sucederá, antes o después de la gran tribulación. Hoy en día para la Iglesia Evangélica, la creencia más común que se sostiene es un rapto pre-tribulacional; sin embargo, muy pocos cristianos saben sobre la historia y antecedente de esta doctrina o del fundamento del punto de vista post-tribulacional.

Es el propósito de este ensayo presentar muy brevemente algo de esa información faltante, comparar y comentar sobre la evidencia. Así, se espera ofrecer al lector una oportunidad para considerar el "otro lado" casi totalmente ignorado de este tema. Si la postura de la pre-tribulación es correcta, entonces la gran tribulación es puramente de interés académico para el cristiano, y todo el asunto es de mínima consecuencia. Si, sin embargo, la postura de la post-tribulación es correcta, entonces el asunto se vuelve de vital importancia, ya que quiere decir que la Iglesia aún no ha entrado en el periodo de más intensa persecución y tribulación en toda su historia. Si la Iglesia va a enfrentar la arremetida del anticristo, y un intento a gran escala de destruir completamente el verdadero cristianismo, ¡entonces debemos estar preparados! El post-tribulacionista puede arriesgarse a estar equivocado, pero ¡no el pre-tribulacionista! Su conciencia debe demandar estar muy seguro de su postura.

Historia y antecedentes

El pre-tribulacionismo era desconocido en la Iglesia primitiva; de hecho, nadie ha podido demostrar que esta doctrina en particular fue sostenida por algunos de los padres o eruditos bíblicos antes del principio del siglo XIX. Aparentemente se originó en ese tiempo durante un gran avivamiento de interés en la profecía bíblica. En 1830, una joven escocesa llamada Margaret McDonald dijo haber recibido una "revelación" de que los cristianos serían arrebatados antes de la gran tribulación. Poco después de eso, la idea se propagó en Londres donde causó mucho interés. En "revelaciones" posteriores durante ese periodo, ¡las fechas para el rapto fueron variablemente fijadas entre 1835 y 1847!

El pre-tribulacionismo fue públicamente enseñado primero en una serie de reuniones proféticas en Powerscourt House, Irlanda. Ahí, el organizador John Darby de los Plymouth Brethren se agarró de la idea y la hizo un elemento esencial de sus enseñanzas, dando surgimiento a lo que ahora se conoce como darbismo, o dispensacionalismo. (Para un recuento completo véase "The Unbelievable Pre-Trib Origin" de Dave MacPherson.) Sin embargo, no todos los Brethren aceptaron esta enseñanza. Fue rechazada y se opusieron miembros muy conocidos como George Mueller and Samuel P. Tregelles (ambos rompieron con el movimiento de los Brethren debido a eso). Entre otros hombres que se opusieron a esta enseñanza "novedosa venida de dos fases" por no ser escritural fue el predicador bautista Charles Spurgeon. Pese a la oposición de esos hombres, esa doctrina cruzó las líneas denominacionales para propagarse por toda Inglaterra. El crecimiento más grande de esta enseñanza, no obstante, ha sido en el siglo XX principalmente a través de las enseñanzas modernas dispensacionales de la Biblia de Estudio Scofield.

El lector podría estar interesado en saber en dónde algunos de los más conocidos líderes influyentes y teólogos de la iglesia se han parado sobre este tema. Como previamente se estableció, al examinar las enseñanzas y escritos de los primeros 1900 años del cristianismo, ¡no podemos encontrar ninguna doctrina pre-tribulacional, o interpretación de las escrituras! Considérese por un momento algunas personas de quienes estamos hablando: Policarpo, Bernabé, Ireneo, Tertuliano, Agustín, Martín Lutero, Juan Calvino, Charles y John Wesley, Matthew Henry, William Tyndale, John Wycliffe, George Whitefield, Jonathan Edwards, John Knox, y Charles Finney.

En tiempos más recientes y actuales, algunos de los hombres que han rechazado el pre-tribulacionismo incluyen: George Mueller, Samuel P. Tregelles, Charles Spurgeon, William Booth, G. Campbell Morgan, W.E. Blackstone (quien cambió de un proponente destacado del pre-tribulacionismo), H.H. Halley, A.B. Simpson, C.T. Studd, Leon Morris, Oswald J. Smith, Francis Schaeffer, Peter Marshall, J.B. Phillips, A.W. Pink, Paul S. Rees. y C.S. Lovett.

Algunos de los pre-tribulacionistas más conocidos e influyentes incluyen: J.N. Darby, E.S. English, H.A. Ironside, J.D. Pentecost, J.R. Rice, C.I. Scofield, H.C. Thiessen. R.A. Torrey, y J.F. Walvoord.

Mientras que esa lista, desde luego, no aprueba o desaprueba cualquier doctrina, sí ilustra que el pre-tribulacionismo era una doctrina nueva, desconocida por la iglesia hasta el siglo pasado, y que esa doctrina no tiene aceptación universal.

LAS ENSEÑANZAS DE LA ESCRITURA

La forma más confiable de aprender las verdades proféticas referentes al fin de la era es estudiar las enseñanzas "directas" de la Biblia --completamente no racionalizadas por las interpretaciones, notas de referencia, y adiciones de hombres. Un estudio tal revelará los siguientes puntos:

(1) Los cristianos pasarán por la gran tribulación:

En el Discurso de los Olivos, dado en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, Jesús nos presenta un recuento muy simple, claro y detallado de lo que va a suceder en los últimos tiempos. Les dice a los creyentes (los 'escogidos') quienes estarán viviendo en esos tiempos que ellos pasarán por la tribulación, y procede a darles instrucciones para ella (por ejemplo, Mateo 24:9-26). Se nos dice, de hecho, que por causa de los 'escogidos', los días de la tribulación serán acortados (por ejemplo, Mateo 24:22). Los pre-tribulacionistas hacen mucho daño al significado de 'escogidos' en este pasaje de la escritura para hacerlo encajar con su doctrina. Afirman que los 'escogidos' ahí se refieren al remanente judío que será salvo durante la tribulación--un significado que no se da (o se dice) para cualesquiera de los otros usos de la palabra en el Nuevo Testamento, donde en referencia a la iglesia, se acepta sin cuestionar como que significa los miembros del cuerpo de Cristo sin distinción. Esta interpretación especial de 'escogidos' está claramente en contra de la enseñanza bíblica de pasajes como Romanos 10:12;

"Porque no hay diferencia entre judío y griego (gentil), pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan".

y Gálatas 3:28;

"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús".

Véase también Romanos 2:28, 29, y Colosenses 3:11.

En Apocalipsis, también leemos sobre los santos que pasarán por la gran tribulación:

"Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" Ap. 20:4. "Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro" Ap. 17:6.

Véase también Ap. 7:9-14 .

(2) Jesús describe sólo un 'rapto' y nos dice cuándo será.

En el Discurso de los Olivos, sólo un rapto se describe y Jesús nos dice claramente cuándo tomará lugar:

"E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días...enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro" (o "desde el extremo de la tierra") Mt. 24:29-31, también Mr. 13:24-27.

Esto es muy claramente el único rapto descrito durante todo el discurso. Un rapto de pre-tribulación está notablemente ausente. Al leer los tres relatos del evangelio del Discurso de los Olivos, con toda su explicación y detalle (Mt. 24:17-20, 23, 24, por ejemplo), ¡es seguramente increíble que Jesús omitiera cualquier referencia a ese evento crucial como quitar a toda su Iglesia de la faz de la tierra! Además, Jesús hizo una declaración clara durante Su discurso que descarta la posibilidad de omitir un asunto de gran importancia. En Marcos 13:23, dice:

"Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes" (o como la versión NLBLA lo traduce: "...vean que se lo he dicho todo de antemano").

¿Acaso no insinuamos entonces que nuestro Señor estaba mintiendo si insistimos en un rapto extra del cual absolutamente no hace mención?

(3) Pablo también nos dice cuándo el rapto tomará lugar.

Las enseñanzas del apóstol Pablo están en perfecto acorde con las de Jesús referente al tiempo del arrebatamiento. En 1 Corintios 15:52, leemos que seremos trasladados

"en un abrir y cerrar de ojos" y que eso tomará lugar "a la final trompeta".

El libro del Apocalipsis nos dice que sonarán siete trompetas y puede claramente verse que la séptima (o la última) es después de la tribulación. (Obsérvese "con gran voz de trompeta" que anuncia el rapto de la post-tribulación de Mt. 24:31, y también referido en la descripción del rapto en 1 Tesalonicenses 4:16-18).

En 2 Ts. 2:1-4, Pablo de nuevo habla sobre el rapto ("nuestro reunión con él") diciendo:

" Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición" 2 Ts. 2:3.

(4) El resumen de pasajes que específicamente da el momento del arrebatamiento.

La traslación de los santos vivientes (el rapto) se menciona categóricamente sólo seis veces en el Nuevo Testamento El momento del rapto se da en cuatro de estos pasajes, a saber:

Mateo 24:29-31 - ("inmediatamente después de la tribulación")

Marcos 13:24-27 - ("después de aquella tribulación")

1 Corintios 15:51-52 - ("a la final trompeta")

2 Tesalonicenses 2:1-3 - ("no vendrá sin que antes... se manifieste el hombre de pecado").

Los otros dos pasajes no describen ningún tiempo: 1 Tesalonicenses 4:14-17 y Juan 14:1-4.

(5) Los santos arrebatados incluirán los mártires de la tribulación.

La Biblia nos dice que habrá dos resurrecciones; la primera resurrección es de los justos para vida, y la segunda resurrección es de los injustos para condenación (Juan 5:28, 29; Lucas 14:14; Hechos 25:14). Aprendemos de 1 Co. 15:51, 52, y 1 Tesalonicenses 4:16, 17 que la primera resurrección y el arrebatamiento ocurren juntos cuando los muertos en Cristo sean resucitados, tendrán cuerpos incorruptibles y serán trasladados hacia las nubes para reunirse con el Señor, junto con quienes estén con vida en Cristo. Consideren ahora Apocalipsis 20:4-6, donde el apóstol Juan nos dice que aquellos que son resucitados en la primera resurrección reinarán con Cristo 1000 años, e incluirán aquellos santos decapitados durante la tribulación (por no adorar a la bestia o recibir su marca). Obsérvese que esto se dice claramente ser la primera resurrección (entonces no puede ser nadie que preceda) e incluye aquellos quienes fueron martirizados durante la tribulación.

Muy claramente entonces, si la primera resurrección y el rapto ocurren simultáneamente, e incluyen mártires de la tribulación, ¡entonces el rapto/primera resurrección debe suceder después de la gran tribulación! (George Mueller preguntaría referente a la tribulación, "¿Puede haber alguna resurrección antes de la primera?, ¿puede haber otra trompeta después de esa última?" Si no, entonces obviamente, el rapto ha sido precisado en el tiempo.)

La posición de la pre-tribulación sobre este asunto es muy poco convincente, poniendo una resurrección de los justos antes de la tribulación (para permitir un arrebatamiento de pre-tribulación), entonces otro luego de la tribulación (para considerar Mt. 24:29-31 y Ap. 20:4, 5), y ¡entonces llamarlos a ambos la "primera resurrección"! (para cumplir con con Ap. 20:5b) Esta explicación puede verse en las notas de la Biblia de Estudio de Scofield sobre 1 Co. 15:52, y completamente ignora el hecho que cuando las escrituras se refieren a la "primera resurrección", siempre usa la forma singular, pero no la plural.

Un análisis de la postura de la pre-tribulación

La Biblia inequívocamente establece que habrá un arrebatamiento después de la tribulación. Este hecho no está en disputa. Un problema serio surge, sin embargo, cuando uno busca cualquier pasaje de la escritura que describe un arrebatamiento e inequívocamente lo coloca antes de la tribulación. No hay ni uno que se encuentre. Este hecho está también más allá de la disputa. El inquisitivo honesto rápidamente encontrará que el caso de la pre-tribulación depende enteramente de la inferencia. Todos los pasajes escriturales usados por los pre-tribulacionistas para "probar" su caso tienen que ser interpretados para inferir un arrebatamiento de pre-tribulación--ninguno de ellos positivamente describe tal arrebatamiento. (John Walvoord dijo en la p. 148 de su primera impresión de "The Rapture Question" que el pre-tribulacionismo no es "una enseñanza explícita de la escritura", ¡una devastadora aceptación de un maestro de la pre-tribulación! ¡Ediciones posteriores borraron esta aceptación!)

Examinemos brevemente algunos de los "textos de prueba" y puntos principales que forman la base del caso de la pre-tribulación.

(1) En Apocalipsis 3:10, Jesús dice que:

"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra".

No hay nada en el lenguaje de este pasaje que demande que seremos guardados de la hora de la prueba por una remoción corporal o un rapto. Esto se indica por el hecho de que las mismas palabras griegas para "los guardes del" son usadas por Jesús en Juan 17:15 orando por sus discípulos, que Dios los guardaría del mal. El Señor no estaba orando que fuéramos quitados del mundo (de hecho, oró específicamente que no fuéramos quitados, sino que fuéramos guardados del poder del mundo (mientras vivamos en la presencia del mal). Véase también Gálatas 1:4. La misma idea se expresa en la oración del Padre Nuestro cuando oramos "líbranos del mal" en Mt. 6:13. (El griego es un poco diferente aquí, que significa literalmente "rescátanos del mal".) Al orar esto, no pedimos ser físicamente quitados del mal (como moradores del mundo no puede ser), sino ¡pedimos poder para superarlo! La Biblia abunda con pruebas de que podemos confiar en nuestro maravilloso Dios para librarnos de cualquier tribulación (Léase Salmo 91, también Isaías 43:2, Daniel 3:3-29, y 6:16-23).

(2) En Lucas 21:36, leemos:

"Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre".

Aquí debemos preguntarnos a qué aplica la frase "todas estas cosas". Examinemos este versículo en contexto. En los versículos 25-28, Jesús habla de las señales que inmediatamente preceden su segunda venida en gloria. Los hombres en ese tiempo serán llenos de temor y angustia por "las cosas que sobrevendrán en la tierra" (versículo 26). El contexto aquí es claro que ese temor es causado por la expectación del juicio divino de Dios, "porque las potencias de los cielos serán conmovidas". La segunda venida de Cristo, cuando vuelva en gloria, será acompañada por juicio y castigo y retribución (2 Tesalonicenses 1:7-10; Hechos 3:20, 21). Esto, sin embargo, no va a ser temido por la Iglesia, porque a nosotros se nos ha animado, "Cuando estas cosas comiencen a suceder, levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (versículo 28). "Lo por venir" entonces claramente describe los eventos asociados con el regreso de nuestro Señor en gloria, tan temido por los hombres, y no por la tribulación.

(3) En 1 Tesalonicenses, leemos:

". . . a Jesús, quien nos libra de la ira venidera" (1:10). "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo" (5:9).

De nuevo, estos pasajes no dicen nada sobre un rapto, sólo que la Iglesia no será sujeto de la ira de Dios. La ira de Dios no se refiere a la tribulación (la cual es los sufrimientos resultantes de la ira de los los impíos contra uno al otro y contra la verdadera Iglesia), sino se refiere al juicio final de Dios sobre los malvados. En Romanos 2:5, leemos del:

" . . . día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios".

En Mateo 24:29-30, leemos de las señales del cielo que sucederán luego de la tribulación que preceden la gloriosa venida de Cristo. En Apocalipsis 6:13-17, leemos de nuevo de estas señales y el temor terrible de los malos que quieren esconderse --.

"... de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿quién podrá sostenerse en pie?"

Los inconversos no estarán listos para ese día de ira y juicio. Sólo aquellos que han obtenido la "salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo".

(4) Otra cita comúnmente considerada "prueba" de texto para referirse a un arrebatamiento secreto de pre-tribulación es Mt. 24:40-41:

"Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada".

Este pasaje no dice nada sobre un rapto, o quién será tomado. La Biblia, sin embargo, no nos deja a oscuras sobre lo que está pasando, Jesús nos da un significado exacto. En Mt.13:24-30, nos da la parábola del trigo y la cizaña, y en los versículos 36-42, da la interpretación.

En esa parábola, empezando con el versículo 24, leemos que el reino de Dios es parecido a un hombre que plantó buena semilla en su campo; y cuando se durmió, un enemigo vino y plantó cizaña entre la buena semilla (o trigo), para que la hierba y el trigo crecieran juntos. Los siervos le preguntaron de dónde había venido la cizaña, y él les contestó que un enemigo lo había hecho. Los siervos entonces preguntaron si juntaban la cizaña, pero el padre de familia dijo que la dejaran, no fuera que arrancaran el trigo con la hierba. Ambos se dejaron hasta la cosecha cuando los segadores juntarían primero la cizaña para ser atada en manojos para quemarla, y entonces el trigo sería recogido para el granero.

En su interpretación de esta parábola, que empieza en el versículo 37, Jesús dice:

"El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles" (versículos 37-39).

Vemos que los cristianos y los no cristianos vivirán juntos en la era presente hasta el fin del mundo, cuando la cizaña será juntada y quemada.

"De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes" (versículos 40-42).

Volvamos al versículo 30 en la parábola por un momento, y veamos cómo se vuelve a leer ahora que tenemos la clave.

"Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro (salvo y no salvo) hasta la siega (al final de este mundo) y al tiempo de la siega yo (Jesús) diré a los segadores (los ángeles), Recoged primero la cizaña (los hijos del maligno o los no salvos) y atadla en manojos para quemarla (en el horno de fuego donde será el lloro y crujir de dientes): pero recoged el trigo (los hijos del reino o los salvos) para mi granero".

Luego, en el versículo 40, leemos, a modo de resumen:

" De la misma manera será en el fin del mundo. [Los] ángeles... recogerán ... [de entre los justos] a los que hacen iniquidad" (NBLA). Jesús lo pone muy claramente--¡primero los inconversos serán juntados y luego los salvos!

La posición de la pre-tribulación sobre este punto simplemente refuta las palabras de Jesús. En las notas de la Biblia de Estudio de Scofield sobre el versículo 24, leemos: "La parábola del trigo y la cizaña no es una descripción del mundo, sino de aquello que profesa ser el reino"; y luego en las notas sobre el versículo 30, "Al final de esta era la cizaña se aparta para ser quemada, pero el trigo se junta para el granero". Sin embargo, Jesús dice, "El campo es el mundo" (versículo 38) y "así será en el fin de este siglo" (versículo 40); también, "Recoged primero la cizaña" (versículo 30).(5) Los pre-tribulacionistas también usan el Antiguo Testamento para "probar" su caso por la presentación de ciertas analogías. Importancia especial se pone en la traslación de Enoc antes del juicio del diluvio y la liberación de Lot antes de la destrucción de Sodoma. De los dos se dice ser "tipos de la Iglesia" arrebatada al cielo sin morir antes de la tribulación. Se dice de Noé quien pasó por el diluvio que es un "tipo de Israel" en la tribulación. ¿Por qué Noé no sería un buen "tipo de la Iglesia" que fue preservado durante el diluvio en la tribulación? ¿Por qué no podemos poner la etiqueta del "tipo de Iglesia" a los israelitas que fueron maravillosamente preservados durante las plagas de Egipto, o los tres hebreos que fueron preservados durante la furia del horno de Nabucodonosor?

(6) Tocante a la inminencia del regreso del Señor, los pre-tribulacionistas creen que la Biblia enseña que el Señor podría venir en cualquier momento y podría hacerlo en cualquier punto en las historia de la Iglesia. Esto, en sí, es considerada razón suficiente por muchos para sostener la postura de la pre-tribulación. Mucho se puede decir sobre este punto--sólo le veremos brevemente.

El rapto no fue considerado ser inminente en el sentido de "cualquier momento" por los apóstoles. Pablo esperaba el martirio, no el rapto (2 Timoteo 4:6-8). También dijo específicamente que el arrebatamiento no era inminente (2 Tesalonicenses 2:1-2). Pedro sabía que envejecería y moriría (Jesús le dijo en Juan 21:18-19). Todos los apóstoles sabían que el evangelio debía ser primero predicado a toda nación --los fines de la tierra. (Casi 2000 años después, ¡esto aún no ha sido hecho!)

Jesús mismo no enseñó que volvía en cualquier momento. Las parábolas de las vírgenes y de los talentos en Mateo 25 muestran cómo vamos a usar el tiempo intermedio antes del regreso de Cristo. El versículo 5 nos dice "tardándose el esposo". En el versículo 19, leemos, "después de mucho tiempo vino el señor de de aquellos siervos".

Jesús también nos dio señales y condiciones que dijo que tendrían que suceder antes de la tribulación. Las condiciones de Mateo 24:15-21; Marcos 13:10, 14-19, sin duda alguna permanecen sin cumplir. Pablo del mismo modo enseñó que la apostasía y el anticristo deben suceder antes del rapto (2 Tesalonicenses 2:1-3). Jesús nos dice que cuando veamos que estas cosas suceden, el fin está cerca (Mateo 24:32-33; Marcos 13:28-30; Lucas 21:28, 31).

(7) Otra afirmación hecha por los pre-tribulacionistas es que el pensamiento de un rapto inminente y de cualquier momento es un incentivo para una vida santa; quiten el rapto pre-tribulacional, y se habrá removido ese incentivo, y los cristianos encontrarán gran dificultad en llevar vidas santas. El finado Dr. M.R. DeHaan, famoso maestro bíblico de radio por muchos años, hizo el siguiente comentario en la radio, y también en su folleto "This Same Jesus" (Nov. 1962): "Poner cualquier cosa, cualquier evento, antes del regreso de nuestro Señor es un pecado terrible que será severamente juzgado. Establecer que cualquier cosa debe aún pasar antes de que nuestro Señor pueda regresar es destruir la inminencia y poder de la segunda venida; se quita el incentivo para santidad, servicio y paciencia..."

Sin embargo, la piedad que es motivada por cualquier otra cosa además del amor supremo a Dios y una singularidad de propósito para servir y agradarle a Él, no puede ser llamada santidad. Ese correcto propósito motivador en la vida traerá vida bendita, victoriosa y santa, sea que esperamos su regreso la próxima semana, mes o siglo. La piedad derivada de un temor de ser agarrado "fuera de lugar" cuando vuelva, no es santidad, sino hipocresía.

(8) Algunos pre-tribulacionistas destacados (notablemente Hal Lindsey y J.F. Walvoord) consideran un periodo de tiempo entre el rapto y la segunda venida ser esencial a fin de hacer provisión para la repoblación de la tierra con mortales para el milenio. Hal Lindsey, en su famoso libro "La agonía del gran planeta tierra" (2 millones de copias en 2 años), considera esto el caso más robusto para la posición de la pre-tribulación. En la página 143 escribe: "He aquí la razón principal por qué creemos que ocurre el rapto antes de la tribulación, si el rapto sucediese al mismo tiempo que la segunda venida, no quedarían mortales creyentes; por tanto, no quedaría nadie más para ir al Reino y repoblar la tierra". En respuesta a esto, consideren (i) en la revelación de Cristo, un remanente de judíos se arrepentirá y será salvo. Estos judíos mortales aparentemente estarán para poblar el milenio (Zacarías 12-14), como indica el mismo Lindsey en la página 54. (ii) En la revelación de Cristo, habrá una generación entera de niños que no han llegado a la edad de la responsabilidad. Ciertamente no serán arrojados al infierno, y no serán arrebatados --eso es clara y específicamente para los santos. Deben entrar al milenio como mortales.

(9) Los pre-tribulacionistas afirman que es un terrible reflejo del carácter de Dios sugerir que permitirá a su Iglesia preciada sufrir en la tribulación. Si así es, entonces Dios está ya acusado de permitir incontables de miles de sus preciosos santos sufrir las muertes más agonizantes por su nombre en el pasado, e incluso en el presente. ¡Dios no tuvo ningún arrebatamiento para ellos! Quizá la excusa se ofrece que ellos no estaban en la pre-tribulación". ¿Acaso esto disminuyó el sufrimiento? El sufrimiento no puede ser más intenso que causar muerte. Los sufrimientos personales en la gran tribulación no pueden ser más intensos que en el pasado (aunque la extensión de tal sufrimiento ciertamente será). Después de todo ¿acaso aún hay sufrimiento más intenso que ser quemado en vida, aserrado y destrozado por animales salvajes, o cualquier otra forma diabólica de muerte sufrida por los cristianos martirizados?

La iglesia del mundo occidental disfruta tranquilidad y prosperidad sin precedentes, con poca idea de lo que significa la persecución, pese a su gran prevalencia en otras partes del mundo. Se ha estimado que más cristianos han sido hasta ahora martirizados en el siglo XX que en todos los años anteriores de la era cristiana. ¿Cómo podemos creer que seremos arrebatados de daño, removidos por Dios para escapar un tiempo de prueba (incluso la muerte) que Él ha permitido a muchísimos sufrir, incluso hasta este día? ¿Acaso somos mucho mejor que ellos? Ciertamente es inconsistente creer que Dios permite a los cristianos sufrir persecución y martirio como individuos y en grupos de individuos, pero no si el grupo se hace lo bastante grande para incluir a toda la iglesia. También es inconsistente si nuestra enseñanza nos permite que haya un día en gloria cuando aquellos santos martirizados de tiempos pasados, que lo han considerado un privilegio tremendo para sufrir y morir por el nombre de Jesús, ¡se unirán en comunión con la iglesia arrebatada que lo ha considerado un derecho incuestionable para escapar de un destino así!

Hay una enseñanza consistente por todo el Nuevo Testamento que prepara a los hijos de Dios para el sufrimiento, y nos dice que es un sufrimiento bendito por su causa. En ningún lado se les dice a los cristianos que pueden esperar escapar de la tribulación.

"Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos." Mt. 5:11-12 (Véase también Lucas 6:22, 23)

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RESUMEN Y CONCLUSIÓN

Muchos cristianos sinceros creen que cualquier desvío de la enseñanza popular de la pre-tribulación es poco escritural y liberal (es decir, alejarse del punto de vista histórico y fundamental). Una creencia así, sin embargo, simplemente no estará firme cuando se vea a la luz del hecho bíblico e histórico. La escritura claramente define sólo una traslación, o rapto de los santos, e indiscutiblemente lo coloca después de la gran tribulación. Un rapto pre-tribulacional en ningún lado se describe en la escritura, y toda la doctrina debe depender de inferencias, que un examen de cerca no lo sostendrá. Además, la corta historia del pre-tribulacionismo niega la estatura de una doctrina histórica y fundamental. Tocante a esto, E.F. Sanders de Wheaton College ha escrito: "Busquen las páginas de la historia y literatura de la Iglesia, y no encontrarán ninguna mención de la venida del Señor antes de la tribulación hasta luego de 1800. ¡Nadie ha citado nunca algún escrito o literatura para lo contrario! Las implicaciones de esta verdad son serias. Si la doctrina de la pre-tribulación fuera cierta, significaría que fue ocultada de la Iglesia por 19 siglos. Ninguno de los teólogos brillantes o maestros de la Biblia del periodo antes de 1830 fueron capaces de encontrar el rapto pre-tribulacional y la venida del Señor en la páginas de las santas escrituras-- ¡una incrédula improbabilidad por decir lo menos!"

Hay por lo menos dos razones por qué este asunto merece una consideración seria.

Primero, el pre-tribulacionismo podría estar sin querer contribuyendo al crecimiento de la iglesia apóstata y mundana. Esa doctrina, cuando se enseña, junto con el comúnmente evangelio predicado del creer fácilmente y la gracia barata da el concepto del menor esfuerzo del cristianismo que lo hace apetitoso a la búsqueda de consigo mismo que está más que dispuesto para "aceptar a Jesús" si no le va a costar nada. Esa doctrina podría también ser una razón principal por la que los cristianos se han involucrado tan poco en los asuntos "mundanos" políticos, el deterioro nacional y la situación del mundo. Una doctrina que nos removerá mucho de la escena cuando la situación se ponga muy mal nos quitará incentivo para hacer algo al respecto.

Segundo, un tiempo de gran confusión espiritual y devastación resultaría si una iglesia que cree en el pre-tribulacionismo se encuentra entrando en la gran tribulación. No toma mucha imaginación ver el choque, duda, abandono de la fe y el amor, la amargura y confusión que podría resultar. Ciertamente, la efectividad del testificar y ministerio personales sería drásticamente afectada, y Su precioso nombre no sería glorificado de la manera que debería o podría ser. Tenemos un preludio a estos tiempos recientes con relatos de devastación espiritual que resultaron cuando la Iglesia creyente sin estar preparada en Rusia pensó que el fin había llegado cuando fueron todos arrasados por los bolcheviques después de la revolución de 1919. El efecto glorioso de intensa persecución en una iglesia que cree en la post-tribulación en las mismas circunstancias puede leerse en Foreward to Missionary H.A. El libro de Baker "Through Tribulation", que relata lo que sucedió en su iglesia en China en 1948.

Finalmente, la pregunta del rapto no debe aplicarse como una prueba de ortodoxia, ni debe ser una pregunta de la que la comunión cristiana dependa. Sin embargo, los pre-tribulacionistas son exhortados en amor a estudiar en oración y considerar el caso de la post-tribulación, que todos podamos estar preparados, si el tiempo nos llega, para darle a Él gran gloria a través de la persecución y sufrimiento, y volverse más cerca conformados a Su imagen maravillosa.

"Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él" (Filipenses 1:29). "Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría" (1 Pedro 4:12-13). "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (Romanos 8:35-37).


© 1995 Michael Cordner.